"No hacen falta alas, para volar."
Cuando era una niña, subia a mi hamaca en el campo de mis abuelos y allí pasaba practicamente la mayor parte de las horas del día, esta estaba colocada en un patio trasero , junto al palomar de mi nona Carmen (Carmela la llamaba mi nono) y allí podia ver como ella caminaba entre la gran cantidad de palomas y tomaban vuelo y bajaban ...me atrapaba la magia y podia sentirme parte de ese mundo.